En artículos anteriores nos encargamos de la piel seca, sus cuidados y tratamientos posibles. En esta oportunidad, abordaremos las características de la piel grasa, las formas de cuidarla y ciertas recetas caseras para tratarla.
Se dice que la piel es grasa cuando existe una acumulación de sebo en su superficie. Esto no sólo provoca el efecto estético desagradable del brillo, sino que facilita la aparición de granos, puntos negros, espinillas y cualquier forma de acné. En el cabello, también es usual que genere caspa.
Se dice que la piel es grasa cuando existe una acumulación de sebo en su superficie. Esto no sólo provoca el efecto estético desagradable del brillo, sino que facilita la aparición de granos, puntos negros, espinillas y cualquier forma de acné. En el cabello, también es usual que genere caspa.
Este tipo de piel es más común en mujeres adolescentes y hasta los 30 años, pero existen ciertos casos en los que aparece aún después de esa edad. En cualquiera de sus formas, puede responder a distintas causas: acné, factores hormonales, obesidad, alimentación carente de vegetales y excesiva en carnes, falta de descanso adecuado, insomnio, hipocondría, afecciones ginecológicas, estrés o simplemente herencia.
Si nuestra piel es grasa, es importante elaborar una rutina de limpieza acorde a su condición. Al despertar y antes de ir a dormir debemos lavarnos el rostro con un jabón especial, ya que los jabones que son para todo el cuerpo suelen ser muy abrasivos y eso promueve la acción de las glándulas sebáceas. Es conveniente exfoliar con algún producto especialmente generado para el tipo del piel, siempre y cuando no existan infecciones que con la fricción podamos trasladar a otras zonas.
En el caso de tener granos o puntos negros, evitemos apretar la piel para sacarlos: se puede recurrir a parches o cremas y aplicarlos directamente en el grano. A la hora de maquillarnos, el primer paso es sacar el exceso de grasa con algún papel absorbente. Luego, elijamos maquillajes que no contengan aceites ni grasas. Y recordemos que beber mucha agua ayuda siempre a eliminar grasas y aceites de forma natural.
Ahora bien, existen varias recetas de mascarillas y lociones astringentes con ingredientes naturales:
• Ananá: pasamos sin frotar una rodaja de ananá sobre la piel. Sus ácidos ayudan a neutralizar la grasitud. Dejamos actuar durante 15 minutos y limpiamos con agua fresca.
• Ananá: pasamos sin frotar una rodaja de ananá sobre la piel. Sus ácidos ayudan a neutralizar la grasitud. Dejamos actuar durante 15 minutos y limpiamos con agua fresca.
• Agua y sal: para crear un astringente natural, mezclamos en un atomizador agua tibia con sal. Rociamos el rostro, dejamos secar; y finalizamos lavando con agua fría.
• Aloe vera: ya mencionamos las propiedades del aloe vera. En este caso, mezclamos 2 cucharadas de su pulpa con yogurt natural y enfriamos en la heladera. Luego esparcimos la mezcla sobre el rostro y dejamos actuar hasta que se seque. Limpiamos con agua fría.
• Pepino, limón o frutilla: estos tres elementos absorben las grasas y disminuyen las aberturas de los poros. Los cortamos en rodajas y aplicamos sobre la cara durante 20 minutos. Retiramos con agua fresca.
• Limón y azúcar: como exfoliante, se puede masajear el rostro con una rodaja de limón que primero apoyamos en azúcar. Los ácidos del cítrico y la textura del azúcar se combinan para una limpieza profunda. Retiramos con agua fría.
Para terminar, es importante no cometer el error de limpiar cada poco tiempo la piel: eso sólo acelera el proceso de generación de grasas, porque alteramos el equilibrio de hidratación natural.
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