Las que tenemos rosácea -ese enrojecimiento permanente de la piel-, sabemos que muchas cosas causan mayores intensidades e irritación en las zonas del rostro afectadas. Bebidas, comidas, el clima, nuestro humor, productos de maquillaje y el estado de nuestros nervios son los principales. Detectando estos detonadores, podemos prevenir esos episodios incómodos de enrojecimiento intenso.
Sepamos entonces que las bebidas alcohólicas deben ser evitadas: vino tinto, cerveza, coñac, vodka y champagne especialmente. También, los cosméticos, productos del cabello y jabones que contengan como ingredientes alcohol, avellanas, eucaliptos, mentol, pimienta o fragancias; ya que todos son irritantes. Cuando salimos de casa, protejámonos del sol y de los lugares demasiado calurosos. También es aconsejable lidiar de forma sana con el estrés emocional.
Por otro lado, cuando compremos cosméticos sepamos elegir aquellos que no contengan aceites ni jabón y sean de pH neutral. Busquemos bien: hay ciertas bases de maquillaje hipoalergénicas pensadas especialmente para nuestra condición, que además protegen del sol y dan un toque verdoso muy suave que disimula muy bien las zonas enrojecidas.
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