La piel mixta, como su nombre lo indica, posee características de los dos tipos de piel: suele ser grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla) y seca en las mejillas, en el contorno de los ojos y en el cuello. Sabemos que cada tipo de piel tiene sus cuidados necesarios: cuando la piel es seca, lo básico es humectarla; y cuando es grasa, es importante adoptar una rutina seria de limpieza. Pero ¿qué hacemos cuando nuestra piel es mixta?
Las claves serán combinar los cuidados de los dos tipos de piel de modo que no se contradigan entre ellos. Para empezar, entonces, debemos acostumbrarnos a una limpieza diaria. Nos conviene elegir geles o lociones que se usen con agua y que no contengan jabón. Son especiales para piel combinada: eliminan los excesos de grasa y a la vez hidratan las zonas secas. Como segundo paso, es importante tonificar. Elijamos un tónico equilibrante, que refresca la piel y la suaviza. Finalmente, hidrataremos con una crema que también esté diseñada para nuestro tipo de piel. Realizar esta rutina dos veces al día (al despertar y al acostarse) nos dará prontos resultados.
Si podemos, siempre hace bien complementar con un tratamiento exfoliante una vez al mes, para deshacernos de la piel muerta y nutrir la nueva.
Si nos gusta entregarnos a las mascarillas, a continuación algunas recetas que podemos hacer nosotras mismas en casa:
- Mascarilla de avena: mezclamos una taza de avena con agua tibia hasta que forme una pasta. Sumamos el jugo de medio limón y revolvemos hasta homogeneizar. Aplicamos en el rostro y dejamos actuar durante 15 minutos. Retiramos con agua tibia.
- Mascarilla de cebada: mezclamos una cucharadita de harina de cebada, la cáscara molida de un limón y media cucharadita de leche en polvo. Sumamos con agua tibia hasta formar una pasta y aplicamos en el rostro. Masajeamos cinco minutos y retiramos con agua tibia.
- Mascarilla de yogurth y miel: mezclamos una cucharada de yogurth natural con una de miel. Agregamos un chorrito de jugo de limón. Aplicamos en el rostro, evitando el contorno de los ojos. Dejamos durante 20 minutos y enjuagamos con agua fresca.
Y para terminar, la receta de un limpiador de pepinos:
Mezclamos 2 cucharadas de aceite de oliva con 3 de harina de avena, 1 de almendras molidas, unas gotas de jugo de limón y el jugo de un pepino. Lo utilizamos con un algodón.
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