Los puntos negros son acumulaciones de células muertas mezcladas con secreciones de las glándulas sebáceas que se depositan en los poros, expandiendo su diámetro y dándole un color oscuro. Lo más común es que aparezcan en la zona T, es decir, frente, nariz y mentón; pero también pueden generarse al costado de los labios, en el cuello, el escote u otras zonas del cuerpo.
Para realizar una buena limpieza de cutis y preparar la piel para que no vuelva a alojar estos puntos negros, podemos realizar la siguiente rutina con recetas caseras una vez a la semana:
Primero, pondremos en el fuego un cuarto litro de agua con dos saquitos de té de manzanilla. Cuando hierva, y ayudadas con una toalla, nos daremos vahos en la cara para abrir bien los poros y prepararnos para el segundo paso. Tengamos mucho cuidado de no enganchar el bote de agua caliente con la toalla cuando la movemos porque corremos riesgo de volcar el agua y quemarnos.
Luego, frotaremos suavemente el rostro con medio limón y azúcar, para deshacernos de las células muertas de la piel y grasitud acumuladas.
Finalmente, limpiaremos toda la cara con agua bien fría, si es posible helada, que cerrará los poros e impedirá nuevas acumulaciones.
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